MI FASHION TOP TEN DE LA ÚLTIMA DÉCADA

En 1999, el Y2K le quito el sueño a más de uno. Ahora, según los promayas, la Era del Quinto Sol predice que el mundo se va acabar en el 2012. En lo que nos hacemos chicharrón o cambiamos de piel "espiritualmente", solo estoy segura que la década del 2000 llegó a su fin hace apenas unos días. Sin querer queriendo la nostalgia invade nuestros corazones, y le decimos adiós a 10 años de juventud (en mi caso), de cambios y retos.
De todo, recuerdo poco. Pero de lo poco, lo mejor. Y siendo mi especialidad el mitote de la moda, les dedico mi top 10 de la última década.

Nota: Tanto en el arte como en la moda (y en todo lo demás), el gusto y la interpretación recae estrictamente en el ojo del que lo ve. O como alguna vez dijo un buen amigo “cada cabeza es una fiesta”...


1.- Abercrombie and Fitch:
La estampa del perfect american look. La primera vez que puse pie en una tienda A&F por allá del 96, mis ojos no dieron crédito a lo que tenia a mi alrededor, pero lo pude definir en 2 palabras Teenage porn. Con tanto hombre encuerado en las paredes, no sabía para donde voltear.
A partir de ahí, marcas como Hollister, American Eagle, Aeropostale (por mencionar algunas) llegaron con bombo y platillo para quedarse.
Hoy en día, la única regla para usar este tipo de prenda es: vestirla solo en casa and for cleanning purposes only.

2.- Trucker Hats:
Johny Knoxville, Ashton Kutcher y John Deere (la famosa compañía camionera) confabularon para que todos al mismo tiempo decidiéramos que se veía super cool usar gorras de camioneros. Lograr el tough look, además de verte fashionably hot, era algo que este accesorio podía hacer por ti.

3.- Statement Shirts:
En español, camisas con frases ridículas. Juicy Couture ahora si que le sacó jugo a su nombre cuando se le ocurrió tal idea. Frases célebres como "My dog for President", "Juicy is the New Black" o simplemente la palabra "JUICY" estampada en el derriere, fue el deleite de muchas for quite a few years.
Marcas mexicanas como Naco, siguió su línea (nada tontos) haciendole honor a su marca (naca) con frases como "Estar guars, estas wey" y "Nacapulco".

4.- Converse/Vans/Gladiator Sandals:
Todos los que atravesamos la adolescencia por allá del dos mil y tantos, tuvimos nuestros años roqueros y rebeldes . Negarlo seria como decir que ni de chiste nos echamos la trilogía de María Mercedes, Marimar y María la del Barrio. La catapulta de Converse, y lo que los lanzo al estrellato fue primero que nada su precio, después por supuesto, su amplia variedad de colores y texturas.
Más para estas fechas, resurgieron los Vans slip on, y un poco mas adelante, los vans clásicos de agujeta, que siendo sincera, los cholos han de estar retorciéndose por este hecho, pero que se le puede hacer, no tenemos la culpa de que tengan tan buenos gustos.
Por último, forget los huaraches horca-pollo. La responsabilidad de andar chancluda recae ahora en las sandalias gladiador, que para mi han sido una solución tremenda para las que vivimos 10 meses en un clima húmedo y absolutamente caluroso.

5.- Vintage:
Vintage no es la ropa de tu abuelita. Mucho menos la que esta toda pozeada por termitas y con olor a naftalina. Tampoco son los blazers veteados que tu mamá usaba en su trabajo, ni la camisa sesentera de ribetes azul cielo que tu papa vistió para ser el best man en la boda de su mejor amigo. La real definición de Vintage consiste en piezas únicas (o casi únicas), en perfectas condiciones que han sido usadas muy pocas veces, o en su defecto que ni siquiera han sido usadas y todavía conservan su forma original y hasta sus etiquetas. Muchas de esas piezas han sido de edición limitada, con terminaciones hechas a mano y elaboradas con materiales tan finos que con el paso del tiempo dejaron de utilizarse por el alto costo de producción que eso acarrearía. Diseñadores como Coco Chanel, Yves Saint Laurent, y Dior, (entre otros), figuran el la lista de genios que nos han dejado un legado de prendas Vintage dignas de coleccionar .

6.- Leggings/Skinny pants/Size 0/Low rise jeans:
Thank God por esta gran tendencia que Madonna puso otra vez en el mapa. Todavía vigentes, los leggings son los salvadores de las féminas que buscan comodidad, estilo y, ¿Ya dije comodidad?
En todos los colores y texturas, los leggings han revolucionado el mundo de la moda al punto de ser la opción numero uno en el guardarropa. En el caso masculino, los skinny jeans siempre estuvieron presentes (I recall Billy Idol), pero antes nadie se atrevía a usarlos por miedo a que lo catalogaran como "joto". Hasta que el punk rock cupo de vuelta en los track lists de nuestros ipods, el estilo a la "Ramones" desencadeno el frenesí por vestir ropa exclusivamente pequeña, adherida al cuerpo, y al final, el "joto" terminó siendo otro. En el caso de las jovencitas, un skinny talla 0, fue (sigue siendo) la epitomía de estar IN, con el must incluido de enseñar no menos de 2 centímetros de rayuela, aunque eso signifique poner en evidencia los estragos de los gansitos que se desayunaron por mas de 15 años.


7.- Oversized Sunglasses/Ray Ban/Nerd Glasses:
Cuando pienso en lentes de abispón verde, rápidamente viene a mi mente la imagen de Paris Hilton con su perro pulgoso lamiéndole los cachetes. I know: EWWW! Lo único que puedo decir respecto a los oversized sunglasses es: Que la all-time-fashionista Jackie Onassis ha de estar revolcandose en su tumba. Ray ban nos rescato de la imagen horrenda de P.H., con sus Wayfarer 2140 (los originales) and once again, en un suspiro tuvimos estilos para tirar al cielo. Que los 2132, 2156, 4141, y todas las combinaciones que nos podamos imaginar.

Para mi, el señor Woody Allen es el pionero de los lentes nerd. Celebridades como Justin Timberlake, Jay-Z y hasta Scarlett Johanson han sido victimas de esta tendencia. Pero seamos realistas, a menos que en verdad seas un cegatón, tienes el derecho intrínseco de utilizar este tipo de gafas. Al fin hay una recompensa para los que toda su infancia sufrieron la agresión verbal de ser catalogados como “4 ojos”.

8.- Tatuajes/Piercings:
Uff! Redactando este Top 10, me he dado cuenta que los rockeros, más que las celebridades hollywoodenses han tenido un mayor impacto en nuestras vidas. Antes se contaban con los dedos de las manos las personas que se tatuaban, cuando hoy, ni los dedos de los pies nos alcanzan para cuantificar el número de personas con “arte en el cuerpo” (prrr). Hablando de piercings, los aretes en el ombligo ocuparían el No. 1, mientras que los de la nariz y la lengua se siguen pegando un tiro por ocupar el No. 2. A finales de la década, los expansores y los métales incrustados en la piel han sido el boom de los que no tienen nada que hacer. Mi sugerencia en este punto es que mejor se pongan a chambear antes de que las expansiones les lleguen al colon.

9.- V Neck Shirts:
Por Dios santo: JURO que si vuelvo a ver una camisa con cuello V, le tiro una cubeta de pintura roja (PETA like) para irnos deshaciendo poco a poco de esta infestación que alguna vez pudo llegar a ser el true love que todos juramos llegó a nuestro closet. Las primeras camisas en V fueron la adquisición perfecta. Al no ser un artículo de demanda, las podías conseguir del cajón de ropa interior de tu papá o en una tienda de autoservicio. Prácticas, accesibles, aunque medio transparentes, eran la combinación perfecta para los skinny jeans, con los converse/vans, con los rayban y el tatuaje asomándose por la manga. True, right? Después la dichosa demanda alcanzó su peak y la producción de de este tipo de camisas se globalizó y pudo llegar a manos de absolutamente todos aquellos hambrientos de andar a la moda. La última camisa que vi, fue a un amigo (gay), con un cuello que le llegaba a las verijas. Lo único que mi mente me permitió pensar fue enough of this shit”.

10.- Look Bohemio:
Para los fashion lovers mejor conocido como “Boho look”. Caracterizado por usar todo 20 tallas más grandes. El look bohemio fue la solución que puso fin a las críticas por el escaso peso de Mary-Kate y Ashley Olson. Además, nos dio la oportunidad de no aferrarnos más a las camisas ombligueras y de ahora si, disfrutar esos gansitos que tan deliciosamente se postran en nuestras caderas. La única contradicción del boho es que si no aplicas bien los elementos adecuados, el estilo puede terminar en est-hilachos por donde asomes el churro.


Colaboración Sección Arte "Tónica" Debate Culiacán
(con censura)

DON ROGER

¿Quieres probar unos de los mejores tacos de Mazatlán? Me preguntó Iván con voz casi desafiante. "Uy! Por ahí hubieras empezado", le respondí antes de que terminara siquiera de articular su respuesta.


Como buena tauro, soy nata en eso de los antojos y el buen diente, so, nunca pierdo la oportunidad de probar lo que me pongan enfrente.


Así conocí a Don Roger.


Recién cambiada a mi nuevo hogar, no estaba familiarizada con el arte culinario de la zona, y cualquier recomendación era puesta a prueba las noches que mi cocina no tenia el tiempo, ni el talento para funcionar decentemente.
No necesité clase intensiva de como llegar. Cuadras antes, se vislumbraba la humadera y el olor tan deliciosamente orgásmico de la carne en el asador que hasta me erizó los pelos de solo pensar en el manjar que tenía a escasos metros de mis papilas gustativas.


La gente casi enfilada, esperando a que se desocupara la siguiente mesa me dio el feeling de que íbamos por buen camino.  El guacamole espesito y las cebollas curtidas me dieron la bienvenida junto con María, la mesera más chistosa y amigable que he conocido en toda mi vida. En tono burlón y chicharachero me comentó que nunca me había visto por el changarro, y me preguntó si era nueva en el barrio al mismo tiempo que le daba un trapazo a la “barra principal” que recién acababa de desocuparse. Al sentarme le contesté que si, y junto con el si, le pedí mi orden.


Enfrente de mi estaba el taquero. A la postre de una jaba de refrescos y un sinfín de platos embolsados a los lados. Sus gruesas cadenas y sus ostentosos anillos, todos de oro puro, me hicieron suponer que el era el famoso Don Roger, el dueño y señor del negocio, el que picaba la carne y entregaba las ordenes. En pocas palabras, al único que ahí le tronaban sus chicharrones, o mejor dicho, el que le daba sabor al taco.


Aparte de la habilidad con la que manejaba el cuchillo y ensalzaba todo lo que salía de la tabla, Mr. R. (como ahora le digo de cariño), tenía el léxico más desastroso que he escuchado en mucho tiempo. Con su voz bronca gritaba dando ordenes como toro loco y demandaba sin pelos en la lengua lo que tenían que hacer todos y cada uno de los que trabajaban con el. No sin antes mentarles la madre en cada pausa que hacía. Característica que me llamo mucho la atención, ya que más que ofender con sus groserías, a todos a su alrededor les causaba gracia su manera de hablar.


Por fin recibí mis chorreadas, y si, estaban buenas. Creo que más de lo que esperaba porque entre risas y una buena enchilada pedí una más.


La segunda vez que fuimos, probamos las tortas de carne asada.
La tercera, cuarta y quinta, Don Roger me saludaba con su peculiar manera de expresarse y me preguntaba si quería lo mismo de siempre. Yo le contestaba que si y me sentaba a esperar en la barra de la carreta para escucharlo hablar, y asombrarme de como les tomaba la orden de memoria a los comensales que iban llegando.


La sexta vez que regresé caí en cuenta que más que el diezmillo jugoso y los chiles toreados asándose lentamente en el carbón, lo que me tenía como clienta cautiva no era eso, sino la manera de ser de Don Roger, su carisma (hasta para maltratar gente), y la atención que le pone a sus clientes para hacerlos sentir valiosos y bien servidos.

Desde que nacemos, creamos lazos con nuestra familia, nuestros amigos, y la gente que vamos conociendo en el camino. Los que enriquecen nuestras vidas se quedan y los que no fueron hechos para nosotros, simplemente se desvanecen con el paso del tiempo.


Rodearnos de la gente a la que realmente le importamos es la base para llevar vida plena y feliz. La confianza en el prójimo nos enaltece y nos da la oportunidad de tener la esperanza de que un día, tal vez no muy lejano tendremos un mundo mejor que ofrecerle a los que amamos.
Por desgracia, actualmente tenemos que escoger con pinza y guante a quienes queremos en nuestro entorno. La violencia y el desencanto social nos han hecho selectivos y desconfiados. Eso no quiere decir que tengamos que aislarnos para sentirnos seguros. Pero definitivamente, este cambio de aguas nos sirve para apretar más fuerte a quienes queremos y en los que realmente confiamos.


Ya hace tiempo que no visito a Don Roger, pero estoy segura que el día que vuelva a poner un pie en su negocio me va saludar con su típico:


"Dos tortas para la señorita, una sin crema, y tu María “traile” un agua de horchata porque estos pendejos van para largo".