"Ay no oiga! Como que se va a llevar al infierno a mi familia? Si yo que le he hecho oiga! No sea así, yo ni lo conozco, ni se de que me habla…pues si, si he escuchado de ustedes oiga, pero yo no tengo nada que ver en esas cosas, soy gente honrada, no tengo dinero, si quiere le deposito lo que traigo, pero no nos haga nada señor, por favor, se lo suplico!"
Son las palabras bañadas en terror que apenas alcanzamos a articular, mientras nuestras caras pálidas y desencajadas revelan que estamos siendo victimas de una extorsión telefónica.
A mi me pasó una vez, a mi papá la segunda, a la vecina que vive a escasos metros de mi oficina ya le tocó tres veces, y en cada una de ellas ha desembolsado del “chivo” que apenas le alcanza en la tienda de la esquina, donde todavía con los ojos desorbitados, le platica al tendero su experiencia con la delincuencia organizada. El tendero la calma y le dice que no sea tonta, que solo se trata de una “extorsión” y que ya la agarraron de su cochinita. Le aconseja que a la otra cuelgue y ya no conteste. La vecina le revira la mirada de susto y desesperanza que no se le ha quitado desde que empezó, según ella, su peor pesadilla. Se despide con el pretexto de que dejo la olla en la lumbre, y se aleja desconsolada rechinando los dientes y renegando de su mala suerte.
Si a unos les va bien, la tarifa corre de 200 a 500 pesos. Otros con menos suerte y mas propensos a un ataque cardíaco, se han desprendido de cantidades arriba de los 10 mil.
A Marcela le salió gratis, de hecho, hasta el COMANDANTE, SERVIDOR Y AMIGO, EL COMANDANTE MIGUEL ANGEL TREVIÑO MORALES (palabras literales, y si, repitió “comandante” dos veces en la misma oración), terminó regañado, calzoneado, BURLADO, y al final, no le quedó de otra más que pedirle la bendición a Marcela para que en la próxima llamada de EXTORSIÓN que hiciera, no le tocará otra Marcela per se, si no, el negocio ya no iba a dar, y tendría que cambiar de giro laboral para sustentar su miserable y patética vida, robándole el dinero a los demás.
Dale click al título, o directo a este link below para escuchar el audio de la susodicha extorsión (que esta de RISA), armarnos de valor, y de ser posible sacar con orgullo la Marcela que se, todos llevamos dentro…